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06/11/2023

Tales Of Arise: Beyond the Dawn Prelude - Dos dispuestos a cambiar

Beyond The Dawn Precuela: Kisara & Dohalim

 

Conflictos, choques. La discordia que acompaña al cambio reinaba por doquier. Sin embargo, se manifestaba de muchas maneras, y la gente lidiaba con ella también de formas distintas.

***

"¿Y quieren reunirse en Niez? Qué interesante...".

Sin dejar de mirar la carta que tenía en las manos, Dohalim se apoyó en el respaldo de la silla.

"No falta mucho para el día del encuentro".

"Cierto. Y, si queremos ir, deberíamos partir de inmediato".

Kisara asintió desde el otro lado de la mesa. Ambos estaban en una sala de un edificio de Pelegion, la capital de Ganath Haros. Había montones de documentos apilados ordenadamente sobre la mesa y en las estanterías que cubrían las paredes. Era una sala diseñada específicamente para trabajar.

La armadura de Kisara parecía fuera de lugar, pero eso no le preocupaba en lo más mínimo. Su postura erguida era muy distinta a la de Dohalim, pero ambos estaban relajados y se miraban con afecto.

 

Beyond The Dawn Kisara Dohalim 1

 

"Pero dicen que acaba de llegar otro grupo de renanos. ¿Crees que te puedes permitir ausentarte ahora?".

Dohalim era algo parecido al representante de los renanos en Pelegion. Era un puesto que no le daba demasiada libertad. Pero tampoco parecía que eso le molestara.

"Después de que hayas venido hasta aquí para comunicármelo, no puedo negarme".

"No es justo, Dohalim".

Sin embargo, no podían ignorar lo que decía la carta. En ella, se mencionaban ciertas circunstancias de las que solo ellos podían encargarse.

Era una carta de Alphen y Shionne. Se la habían enviado a Kisara a Viscint, y también le pidieron que informase a Dohalim. Y había algo más. Law debía ponerse en contacto con Rinwell.

Rinwell vivía en Viscint, igual que Kisara. No tenía sentido pedirle a Law que viniera desde otra ciudad para hablar con Rinwell, en lugar de que se ocupara de ello Kisara.

No sabía si había sido idea de Alphen o de Shionne, pero tenía un presentimiento acerca de sus verdaderas intenciones. La carta trajo a Kisara a Pelegion, que ahora se encontraba frente a Dohalim. Por muy irracional que fuera su petición, este era el resultado.

Lo mismo ocurría con Law, tanto si había atado cabos como si no.

 

Beyond The Dawn Kisara Dohalim 2

 

"¿Y tú qué vas a hacer? Las tropas lo pasarán mal tanto tiempo sin su capitana".

"No tengo pensado irme tanto tiempo, y he dejado una lista con los entrenamientos que deben seguir mientras tanto. Cuando vuelva, los pondré a prueba para ver si han seguido mis instrucciones al pie de la letra".

"Qué responsable eres".

Si de verdad supusiese un problema, Kisara no estaría en esa sala. Y los dos lo sabían perfectamente.

Instruir a los soldados para proteger a Viscint; ese era ahora el trabajo de Kisara. Gozaba de una notable fama como militar, y también era considerada un referente. Era perfecta para una ciudad en la que convivían dahnianos y renanos.

Kisara era severa e inflexible como instructora. Dohalim sentía compasión por sus soldados, aunque jamás osaría decirlo en alto, claro.

"Cuando dije que me marchaba a Pelegion, todo el mundo quería saber cuándo iba a volver".

"Seguro que todo va como la seda sin mí".

"No es que necesiten tanto tu ayuda, sino que te aprecian mucho. Te echan de menos".

"¿Todo el mundo, dices?".

Dohalim se volvió hacia Kisara con una mirada inquisitiva. Pero Kisara ignoró su pregunta y no dijo nada.

Dohalim apretó las comisuras de los labios, como si estuviera enfurruñado, y se levantó con resignación.

"Pues eres un buen ejemplo que voy a seguir. Daré instrucciones y delegaré poderes antes de partir".

Antes de que terminara de hablar, Kisara ya estaba de pie. Como si fuera lo natural.

"Te ayudaré".

Por un instante, pareció que Dohalim esbozaba una sonrisa, pero levantó la mano rápidamente para recuperar la compostura.

"Puedo encargarme yo solo. No te haré esperar mucho. ¿Por qué no das un paseo mientras?".

 

***

 

Al salir del edificio, los rayos de sol la cegaron momentáneamente.

Kisara miró a su alrededor con los ojos medio cerrados, y vio la fortaleza que se alzaba delante de ella. El Castillo Del Fharis. En su día, fue el hogar del señor que gobernó aquel territorio.

El castillo tenía un hondo significado para dahnianos y renanos. Aunque él también era un señor, Dohalim no pensaba utilizarlo del mismo modo. Pero era demasiado grande para demolerlo, y tampoco contaban con mano de obra suficiente. Por lo tanto, el castillo estaba cerrado y no se permitía la entrada a nadie.

¿Cuánto tiempo tendría que pasar hasta que desapareciera aquella reliquia abominable? ¿O para seguir recordando o poder olvidar el pasado? Los malos recuerdos hacen sufrir, pero también sirven como advertencia o lección.

Kisara sacó el brazalete viejo que llevaba siempre encima. Era un recuerdo de su hermano del que no pensaba desprenderse jamás. Se quedó mirándolo un momento y lo apretó, como si quisiera comprobar que era real. Luego volvió a guardarlo.

No había mucha gente por la calle. La mayoría eran dahnianos o personas que venían de otros países. Pelegion estaba dividido en tres niveles. Los residentes dahnianos originales y los renanos vivían en niveles distintos. Kisara se encontraba en ese momento en el más alto.

Recordó la conversación que acababa de tener con Dohalim. Confiaba mucho en él, pero sus temores no eran infundados.

Kisara miró hacia arriba. Podía verlo flotando por encima incluso del cielo y las nubes, como si fueran rocas o escombros en mitad de un río.

Lenegis. Los vestigios de lo que había sido la base principal de los renanos.

Lenegis se destruyó cuando los mundos se unieron. Hacía un año ya de eso. Los renanos consiguieron huir en aeronaves, pero se vieron obligados a depender de los dahnianos, a los que habían esclavizado hasta aquel momento. De repente, los renanos no tenían ni los esclavos ni las máquinas con los que habían subsistido. La mayoría de ellos carecían de los conocimientos para fabricar nada por sí mismos.

Ignorar a los renanos que cayeron en desgracia habría empeorado el conflicto con los

dahnianos. Para evitarlo, se decidió reunir a los renanos en un mismo lugar. Pelegion fue la ciudad elegida para acogerlos.

Básicamente, Dohalim fue la piedra angular de esta política. Como último señor, podía mantener a raya a los que se oponían a ello y también hacer de amortiguador para proteger a los renanos de sufrir excesivos perjuicios. Por otro lado, era capaz de transmitir confianza y guiar a los renanos hacia un futuro de convivencia pacífica. Esa fue la misión que aceptó y la idea de futuro que albergaba.

Aun así, pese a que algunos renanos sí colaboraban, la mayoría se negaba. Con todos los problemas que tenía en su trabajo, a Kisara aquello le parecía frustrante. Llevaba tiempo sin poder visitar Pelegion con calma.

En cualquier caso, las cosas habían cambiado mucho en un año.

Kisara observó el paisaje que la rodeaba una vez más. Aunque aún se parecía a Dahna, el lugar se había transformado. El cambio más inquietante era el del cielo. Era algo aún más notorio que las ruinas de Lenegis. No se trataba de lo que había ahí, sino de lo que había desaparecido.

Rena. El otro mundo, que había ocupado siempre buena parte del cielo dahniano. En el lugar donde estuvo siempre, ahora solo se veía un mar de nubes, como si faltara algo.

Dahna y Rena se habían unido, pero eso no quería decir que Rena ya no existiera. Aquel espectáculo le recordó que estaba viendo la pérdida de Rena desde su posición en Dahna. Le pasaba incluso a ella, que había participado en muchos de los sucesos que habían conducido a la actual situación. ¿Qué pensarían los dahnianos y los renanos al respecto?

Sin saber lo que buscaba, Kisara contemplaba el cielo con detenimiento.

"¿Ves algo?".

 

Beyond The Dawn Kisara Dohalim 3

 

Al mirar atrás, vio a Dohalim acercándose desde la puerta.

"Todo lo contrario. No veo nada".

Volvió a mirar al cielo. Dohalim hizo lo mismo.

"No se diferencia en nada del resto del cielo, pero no puedo evitar sentir que ahí hay un agujero enorme... Ha pasado un año ya, pero todavía me resulta confuso".

"Supongo que es normal. Lo que antes dábamos por hecho ya no está".

"Si Lenegis siguiera existiendo, ahora no estarías aquí".

Si Lenegis siguiera donde estaba antes, es probable que Dohalim estuviera destinado allí. Para llegar haría falta una aeronave, por lo que viajar no sería fácil para los dahnianos. La Falneitz se había perdido en la guerra hacía un año. Si aquello no hubiera ocurrido, habría sido imposible estar juntos ahora. Después de todo, Dohalim acabó en Pelegion a raíz de la destrucción imprevista de Lenegis.

Kisara se calmó y se infundió ánimos a sí misma. Tenía que mantenerse firme.

"Bueno, ¿ya has terminado los preparativos?".

"Sí. He designado a varias personas que pueden encargarse de los asuntos más urgentes. No debería haber ningún problema en mi ausencia. También he dispuesto todo lo necesario para el viaje".

Parecía en cierto modo orgulloso. Kisara se dio cuenta de que iba a sonreír burlonamente, pero se contuvo para que no la viera. Él estaba avanzando tal como había jurado hacía un año. También parecía algo alicaído, pero al final se impusieron la alegría y el orgullo. Tendría que esforzarse tanto como él.

Con todo eso en la cabeza, frunció el ceño de repente.

"Kisara".

Su tono delataba que se había percatado de su cambio de humor. Haciendo caso omiso de su preocupación, se dirigió hacia él y lo señaló en el pecho.

"Perdona. Es que tienes torcido el broche".

"Ah, habrá sido por las prisas".

"Ahora que lo veo de cerca, esto tampoco está bien. ¿Siempre sales así?".

"Kisara, estamos a punto de irnos de viaje. Igual deberíamos centrarnos en otras cosas, ¿no?".

"Un aspecto desaliñado refleja una mente confusa. Deberíamos empezar con buen pie".

"A decir verdad, he pensado que así estaría mejor".

Kisara le ajustó rápidamente la ropa mientras seguían hablando.

Por mucho que el mundo hubiera cambiado, aquella era una de esas cosas que seguían igual. La cuestión era más bien si algún día cambiarían.

"Esto me gusta".

Al oír ese comentario tan sincero, Kisara levantó la cabeza y se miraron a los ojos.

"¿El qué?".

"Que las cosas sean exactamente como tienen que ser".

 

Beyond The Dawn Kisara Dohalim 4

 

Kisara dejó de mover las manos. Tardó un momento en asimilar aquellas palabras. Cerró los ojos. Sentía que se le escapaban las fuerzas.

Dejó escapar un leve suspiro.

Lentamente, volvió a abrir los ojos. Tenía una mirada afectuosa, con una expresión de compañerismo, pero dirigida a una sola persona.

"Por supuesto".

Los dos saborearon todo lo que contenía aquel sutil intercambio.

¿El momento pasaría y acabaría diluyéndose? De hacerlo, ¿cómo ocurriría? No tenía ni idea.

Aun así...

Él, liberado del pasado y completamente enfocado en lo que estaba por venir. Ella, decidida a servir como escudo, ofreciendo su protección y su apoyo. Ambos viviendo de cara al futuro. Un futuro que les dio su lugar en el mundo.

Adelante. Hacia el futuro. En compañía. Aunque sus cuerpos no estuvieran físicamente juntos. Pero, ahora, aunque fuera solo un poco...

Ambos sonrieron espontáneamente y asintieron.

Él extendió la mano, y ella la tomó.

"En marcha, Do".

***

TALES OF ARISE

Fecha de lanzamiento:
Descripción:

Con un nuevo plantel de personajes, una historia dramática, combates dinámicos, entornos impresionantes y la inclusión de algunos elementos clásicos de la franquicia Tales Of, Tales of Arise marca un nuevo comienzo para la famosa franquicia de rol japonés.

plataformas :
PS4
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PS5
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PC
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Xbox One
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Xbox Series X|S